Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

jueves, 23 de abril de 2009

París

A las 5 de la tarde, autobús a Alicante. A las 8, avión a Paris. Siete días después, camino inverso y vuelta a casa.

Tengo perfectamente apuntadas todas las cosas que me gustaría hacer estos días, todo lo que tengo por ver y por fotografiar. Son muchos años ya esperando este momento.
Pero he llegado a la conclusión de que no tengo prisa, antes de haber estado ya sé que quiero volver, y que volveré.

Hasta mi vuelta, un beso a todos, bloggeros míos. Os echaré de menos, ya sois una parte muy grande de mí...

Y otro beso enooorme para todos mis amigos, y para mi pajarito, que se queda solo en casa. Enseguida estoy aquí, prometido.
Os quiero...

Un besito.

miércoles, 22 de abril de 2009

Toc Toc

Ella siempre supo que antes o después siempre llega el final, de manera que cuando aquel principio tocó a su puerta perfectamente vestido de esmoquin negro con un ramo de flores, antes de cerrarla le dijo “No me interesas. Para que te voy a dejar entrar si tarde o temprano te voy a ver salir”.
El segundo principio era más tímido, más joven, pero obtuvo la misma respuesta.
Y así fue dejando pasar principio tras principio, creyéndose la más lista, creyendo que a ella nadie la haría llorar como en alguna ocasión lloraron sus vecinas. Creyéndose más fuerte, más sabia, más mujer; pasando los días sentada en su inmaculada habitación.
Que dejaran poco a poco de ir apareciendo principios poco le importó, eran viajes que ahorraba a la puerta, era saliva que no desperdiciaba diciendo no, y ella, cada vez más vieja, cada vez más débil, ya no se lo podía permitir. Todos y cada uno de esos principios no eran sino finales que astutamente había evitado llegar a conocer.
Hasta que un día volvieron a llamar a la puerta, y en esta ocasión no era un nuevo principio, sino el último, el único final. Y para su sorpresa, aquella vez no le dejaron decir no.

martes, 21 de abril de 2009

Cinco minutos

Necesito dedicarte cinco minutos de rigor cada día, reencontrarme con la espina que me ha quedado justo debajo de la costilla menos oportuna. Ya sabes de cuál hablo.
Lo necesito; es altamente recomendable odiarte un poquito cada día, maldecir tu suerte y la mía, y el punto donde se encontraron. Acto seguido siempre respirar, respirar muy profundo, y ver que el aire es doblemente suave, y dar las gracias porque ahora todo lo bueno sabe el doble de dulce. Tú lo has hecho posible, estando primero, y luego yéndote. De no haber aparecido nada de esto sería posible; de no haber aparecido ahora seguiría soñando con monstruos como tú. A los cinco minutos puedo matarte, y enterrarte, y sonreír en tu tumba, y no volver a saber de ti hasta los cinco minutos de rigor del día próximo.

Temo el día que no te piense. Temo el día en que me acostumbre a no agradecer la inmensa suerte de que todo me vaya así de bien. Así que forzaré mi cal y mi arena, y así podré acudir a mi nuevo par de brazos, llena de ilusión, y de esperanza, y de paz, y de agradecimiento, y de amor, para encontrar en ellos exactamente lo mismo, cada nuevo día.

lunes, 20 de abril de 2009

El privilegio de ser feliz

Cuando la vida la has sufrido y disfrutado con tanta intensidad, los años cuentan doble, las arrugas se marcan antes, la respiración ya se agita más difícilmente, y el sentido de las horas , y los días y las risas es siempre mucho más claro, más conciso, más directo y más limpio.

Y sé que quien tenga más años y lea esto reirá con condescendencia, pensando que soy una niña y no sé lo que digo, creyendo que los jóvenes nos creemos que la vida es lo que vemos a cinco escasos metros por delante.
Y en parte tendrá razón, y en parte estará equivocado, porque yo siempre fui vieja con el alma, y llegados a este punto, aún sabiendo cuántas cosas me quedan por hacer, creo que una vida completa para mí será suficiente, y que el día que muera moriré entera, vivida, y satisfecha.

Y esto lo digo porque ayer, en una revelación que me pilló por sorpresa, pero preparada, entendí que cada llanto y cada decepción que durante momentos me nublaron por completo, vivieron exactamente cuando tuvieron que venir, y me han ayudado de esa forma tan jodidamente particular (y efectiva) que acostumbra usar el dolor.
Sólo después de que me hayan tratado mal he sabido dar la importancia que se merecen los gestos nobles.
Sólo después de haber perdido toda fe en mi entrega gratuita puedo recobrarla sabiendo que ya no la entrego de primeras, ni a cualquiera. Como siempre debió ser.

De manera que por fin entiendo que incluso todo lo malo de este vida, de golpe se vuelve bueno, y eso, aunque parezca simple, me ha costado 22 años y medio averiguarlo.

Pero ahora que lo sé, empiezo a entrever que ser feliz en realidad es fácil, y que creo que una vida para mí será bastante, y que el día que muera moriré entera, vivida, y satisfecha.
Feliz de haber vivido, de haber tenido el privilegio de sentir todo lo que he sentido, de querer todo lo que he querido, de sufrir todo lo que he sufrido, de aprender todo lo que he aprendido y enseñar todo lo que he enseñado, y el privilegio de nunca haberme cansado de soñar.

sábado, 18 de abril de 2009

Murcia


Catedral de Murcia


Plaza de las Flores




Desfile del bando de la Huerta


Entierro de la sardina
*(Las imágenes son tomadas de internet, con permiso de sus autores. Ninguna de estas cuatro fotos han sido realizadas por mí.)

Hoy el entierro de la Sardina pone punto y final a las fiestas de Primavera de Murcia, que como cada año alcanzaron su apogeo en el Bando de la Huerta. Así que aprovecho esta ocasión para dejar constancia de cuanto amo mi ciudad, cuánto la admiro, y cuánto la necesito. (Y os lo dice una chica que ha visto mundo!!!jejejj)

Cierto es que no es perfecta, que quizá peque de subdesarrollada en algunos aspectos, que nuestra imagen de incultura y mal hacer es en muchos casos, (y a mi parecer injustamente) la opinión casi unánime de quien nunca la ha visto y la deja siempre como la última opción. Las críticas constantes, el supuesto casi-analfabetismo de sus habitantes, la siempre eterna queja de la falta de agua y nuestro despilfarramiento de la misma en los campos de golf, las noticias en prensa y televisión que siempre son negativas, o en el mejor de los casos, inexistentes; la inmigración, las costas que atentan contra todo ecologismo. El murciano paleto, el marrano, y el acho.

Sí. Parece que de lo malo ya tenemos embajadores, y que todas las aberraciones ocurren sólamente aquí.
Yo sólo os digo que estoy tremendamente orgullosa de ser murciana, y de sus gentes, y de sus calles, y de la vida que se respira en ellas; y es que por lo general creo que quien viene a visitarnos siempre cambia su opinión negativa, y siempre vuelve. De manera que no seré yo quien desvele los secretos encantos de mi cuidad.

Al fin y al cabo, como diría sabiamente Karabatic, No tyical. Algo tendremos para que, de entre toda España, Alfonso X el Sabio quisiera enterrar, y enterrara, su corazón aquí…¿no os parece?

Un beso a todos...


Alfonso X el Sabio, preocupado por la enseñanza, escritor, poeta, científico, astrólogo, historiador, es la personalidad más sólida de toda nuestra cultura medieval. Murcia, que fue residencia real durante algunos años, recibió del rey numerosos privilegios y mercedes, y cuando la desgracia política asoló su reino, sólo dos ciudades le permanecieron fieles: Sevilla y Murcia. En Sevilla, por esa razón, están los restos de Alfonso, quien dispuso que su corazón fuese enterrado en nuestra catedral, en cuyo altar mayor puede ser venerado. El mismo corazón que figura en el escudo de Murcia, junto a las siete coronas.

jueves, 16 de abril de 2009

Por qué escribo tanto

Si no dejo de mover las manos es porque aún me late el corazón.
Sea cual sea el medio, use el lenguaje que use; el día que no diga, y el día que no piense, probablemente ya no estaré aquí.

Contigo a mi lado

Podría buscar alternativas, desde fuera todas parecen relucientes. Sin duda siempre es fácil encontrar los fallos, marcar las casillas de hojas-modelo ya preparadas donde todos los defectos existentes aparecen ordenados alfabéticamente, con subtítulo, apéndice y sangría, junto a una página web para amablemente enviar inéditos e ir actualizando con defectos nuevos.

Si me esfuerzo sé que puedo aborrecerte, sin que tú cambies un ápice tu conducta. El ser humano es así de sugestionable, los plomos son así de inestables. Seguro que se puede ser mejor de lo que el otro siempre es. Seguro que se puede ser muuucho mejor de lo que eres.

Lo difícil es que cada día que pase consigas hacerme más y más feliz, que lejos de vaciarme me llenes por completo, que no haya cruzado por mi mente un solo día la idea de tachar casilla alguna, que me traigas tanta calma, tanta paz. Lo difícil es que con cada amanecer que explota consigas hacer de lo imposible lo real.

Y a veces siento que contigo a mi lado el mundo ya no es mi enemigo, y que nosotros somos mucho mejor que tú y que yo.

lunes, 13 de abril de 2009

Dime cómo lo hago

Siempre es demasiado pronto para el adiós. O demasiado tarde...


Quizá debiera haber dosificado el pulmón, o haber escondido la mejilla a tu segundo golpe.
A lo mejor debiera haber sido cauta, y no dejar vaho en tus cristales, sabiendo que los limpias siempre antes de leerlos.

Quizá, de saber lo que sé ahora, podría ser quien soy por voluntad propia, y no verme abocada cada día a la inercia de mover las manos, y los pies, como siempre hago.
Sabiendo lo que ahora sé, podría haber sido capaz de no adorar las nubes, que son mutables; ni de cantarle al alba, que al momento muere; ni de dejarme vencer tan fácil; ni de vivir para contarlo. O tal vez sí.

Ahora es tarde para contar todos los pasos que nunca debimos haber dado, todos los humores que le hemos regalado a la luna, sin ella saberlo. Ahora es demasiado ingenuo creer que alguien pueda tenernos envidia, si somos humanos, si estamos gastados de llorar.

Es demasiado tarde para empezar por primera vez. Demasiado tarde para mirar la vida con ojos de virgen, para llegar a ti con los brazos abiertos, sin preguntas. Debieras haber corrido mucho más si buscabas a la que fui. Podrías haber tocado a su puerta cuando te esperaba sentada, e ingenua, cuando te escribía en blanco y te inventaba las palabras. Podrías haberla salvado antes de volverme así. Ahora ya no puedes tener en mí más que la vorágine que ha quedado.

Y quizá hoy pienses que es suficiente, incluso que contra todo pronóstico mañana lo sigas pensando, y que en tu epitafio dejes dicho que siempre fui bastante para ti.

Pero no para mí. Éste cuerpo, esta vida, nunca es bastante para mí. No consigo dejar de verme como todo lo que no tengo, no puedo lavarme de los ojos todo lo que no soy.

Dime cómo hago para ser feliz.
Dime cómo hago para ser feliz.
Dime cómo hago para ser feliz, que hoy lo necesito.

viernes, 10 de abril de 2009

Malvado vecino

Ésta es la historia de un vecino malvado que desconfiguró su conexión de internet para que una triste amapola que bebía de su agua tres estratos más abajo, o más arriba, no pudiera conectarse nunca más.

De manera que me temo no podré actualizar tan a menudo, ni visitar a los bloggeros que tanto admiro.
No me lo tengáis en cuenta..Volveré.

miércoles, 8 de abril de 2009

Cual péndulo que oscila

Cual péndulo que oscila,
así me siento
de dentro a fuera de mí misma,
cansada de mirarme y no ver nada reflejado
que insufle a mis alas la más mínima fuerza
para seguir intentando ser, cada día,
un poquito mejor.

Soy la torre montada con mimo,
de grano de arena en grano de arena;
el castillo de naipes de pisos superpuestos,
al que le duele comprobar que,
aún hoy,
si quitas uno se caen todos de seguido.

lunes, 6 de abril de 2009

Sutil

Me trepa por las paredes. Incomprensible que huela este humo antes de prender la hoguera.
Me creces por las piernas, te me enredas entre el pelo y en las ganas de reír. No eres fuego. No eres lluvia. No eres caos. Llegas sutil, entras sutil, te desparramas sutil, como redención evaporada que se me dilata cuando ingenua de mí estoy mirando para otro lado.

Entonces me doy la vuelta y lo ocupas todo.

Nada que perdonarte

Si nada te he pedido, nada tendré que perdonarte.

Quizá un día rompa tu imagen en mil pedazos y golpee el espejo revertido, y maldiga tu nombre y llore el rastro que habrás dejado.

Pero nada me has prometido, nada tendré que perdonarte.

Así que agárrate a mi mano y deja de dar vueltas, si no las das conmigo.

domingo, 5 de abril de 2009

Todavía está caliente

Recuerdo la primera vez que vi a Jass en concierto, un hombre relativamente tímido que, con algún cubata, pudo empezar a soltar la lengua. Era mi primer concierto de cantautor, Jass y David Moya en plena gira de "Alterne".
Y entonces empezó a cantar todas sus canciones, letras llenas de belleza que huyen de los tópicos; puro aire fresco, infinitamente hermoso.

Insto a cualquiera que ame el arte a buscar más música de este autor murciano, pese a lo complicado que os va a resultar, porque aún no es muy conocido.
Prometo que no os arrepentiréis....


"Todavía está caliente". Jass.
(Amor en prelavado)

Ya está enterrado tu cuerpo,
ya se fueron los dolientes;
el frío se mete dentro
y hace rechinar los dientes.

Acabaste en un segundo
con tu vida adolescente,
recibe este cementerio
toda clase de clientes.

Y pusieron una lápida,
de esas con fotografía,
donde se te ve tan guapa,
sonriendo todavía.
Mira que ya me conozco,
ya pasó lo que temía...

He roto todas mis uñas
escarbándote en el suelo
para reunirme contigo
y abrazarme así a tu cuerpo.

Y escarbando y escarbando,
hasta tocar la madera
que aprisiona tu descanso,
y al abrir la tapadera,

te lo juro, era como
si te alegraras de verme,
y no pude resistirlo
y te di un beso en la frente.

Imagina mi alegría,
parecía estar de suerte,
pues mis labios me dijeron
“Todavía esta caliente”

Imagínate mi suerte....

He puesto en toda la casa
el aire acondicionado,
para que el calor del verano
no corrompa tus pecados.

Déjame besar tus manos
y abrazar tu carne muerta,
sujetándote en mis brazos
cruzo el umbral de tu puerta.

Y una jarra con vinagre
para espantar los gusanos,
que han encontrado en tu cuerpo
el mejor de los bocados.

Y me sigo preguntando
si tras el paso del tiempo
seré digno de tus huesos.

Seré digno de tus huesos.

Seré digno de tus huesos.



sábado, 4 de abril de 2009

Érase una vez

Érase una vez una joven que tenía casi la totalidad de su cuerpo lleno de cicatrices, y en una hoja apuntados, a modo de leyenda, la fecha y el culpable de todas ellas.

Ni qué decir tiene que huía de todos los demás, quizá por miedo a que algún golpe de viento levantara su camisa y descubriera sus rasguños, o quizá por temor a que la proximidad le fuera a hacer nuevos, sin avisar. Así que vagaba en gris y negro cada día, sabiendo que cualquier monocromo es siempre mejor que el dolor de la carne abierta.

Pero un día, sin darse cuenta, tropezó en un cepo y cayó al suelo, quedando atrapada irremediablemente. Al oír los gritos llegó corriendo el dueño, que sorprendido de encontrarla en tal situación se tiró instintivamente a ayudarla, descubriendo las cicatrices. Y preso de su ternura, y de su bondad, fue besando con paciencia cada una de ellas, mientras deshacía el cepo para que pudiera salir corriendo, de nuevo.

Por instinto se alejó de allí como alma que lleva el diablo, pero a los pocos minutos se dio cuenta de que ese hombre le había arrebatado la vergüenza, y el gris, y el negro. Y sola, de pie, en medio de ninguna parte, por primera vez pensó que no tenía sentido seguir corriendo.

miércoles, 1 de abril de 2009

"Desayuno", Jacques Prévert

Echó café
en la taza.Echó leche
en la taza de café.
Echó azúcar
en el café con leche.
Con la cucharilla
lo revolvió.
Bebió el café con leche.
Dejó la taza
sin hablarme.
Encendió un cigarrillo.
Hizo anillos de humo.
Volcó la ceniza
en el cenicero
sin hablarme.
Sin mirarme
se puso de pie.
Se puso el sombrero.
Se puso el impermeable
porque llovía.
se marchó bajo la lluvia.
Sin decir palabra.
Sin mirarme.
Y me cubrí la cara
con las manos.
Y lloré.

Jaques Prévert

La canción del no retorno

Ésta es la canción del no retorno, el compás de diez por veinte, el guiño que alguna nube tapó justo cuando el otro guiño, desde lejos, lo estaba observando, y que ahora se halla perdido entre todas las nadas.

Éstos son los pies zambos, la respiración débil, la espalda contraída y el corazón maltrecho.
Son las nieblas, los rescoldos, los quejidos, que no saben dónde meterse al llegar el alba, y se esconden en las uñas de los pies, en los postigos de puertas y ventanas, en las partituras de las no-canciones no escritas nunca.

Éste es el hueco llenado con masilla de paredes y cola de entelar.
La canción del no retorno.
La canción del no retorno.

La canción del no retorno,
y su punto final.