Es difícil decir lo que quiero decir
es penoso negar lo que quiero negar

mejor no lo digo
mejor no lo niego.

Mario Benedetti. "EL PUSILÁNIME",
de "El olvido está lleno de memoria".

jueves, 23 de abril de 2015

Como un vuelo en el ala de la nieve

Si desestimas mi presencia
Pero reconoces la voz de las orillas,
Como un vuelo en el ala de la nieve,
Te diré desde ese millón de años
Que he cumplido:
Serás el amo, el rey y hasta el bufón,
Y mi desnudez ahí, junto al lobo solitario.

Entre mis pliegues comprenderé
Tu nombre de marfil,
Tu manera de apurar las miradas,
Tu manera de cerrar puertas,
De fumar en las veladas del duelo.

Pero audible otra vez cuando me nombres
En un trance o desliz,
Tu esclavitud apelará
A las cenizas y a las flores,
Al paisaje del horror, del amor para siempre.
Tu esclavitud gritando con sordina.

Y en el baile de la rendición
Todo el anhelo,
La delicia de protegerme otra vez
Será real. Porque estaremos
Aún mojados por la lluvia,
Y la unión de tus ojos y mis ojos
Será fatal y perfecta.


Laura Gómez Palma

Maldita dulzura la tuya

Hay tres canciones y un bucle que hoy llevan muérdago prendido de cada estrofa...

Mi asesina, de Coque Malla


Me miraste desde abajo
Te sabías mi canción
Preguntaste "quieres algo"
Me bajaste el pantalón

No tenías veinte años
Ya tenías un millón
Me sacaste de mi casa
Y he perdido la razón

Soy tu esclavo, soy tu amo
soy tu rey o tu bufón
soy tu héroe o tu asesino
soy tu hombre, soy tu amor

Con tus plumas y tus velas
Me metiste en un rincón
Como un lobo solitario
Que me muerde el corazón

Me has puesto plomo en los pies
Y ahora todo está al revés
Las estrellas en el suelo
Los amigos en el cielo

Eres sólo mi asesina
Te busqué toda mi vida
Eres sólo mi asesina
Eres mi mejor amiga

Te fumabas un cigarro
Y me abrías el buzón
No tenías un problema
Yo tenía más de dos

Me has clavado en la pared
mientras cuentas hasta tres
disimulas los cuchillos
y yo miro tu vestido

Eres sólo mi asesina
Te busqué toda mi vida
Eres solo mi asesina
Eres mi mejor amiga


Y en el baile de la rendición 
todo el anhelo, la delicia 
de protegerme otra vez
 será real. 
Porque estaremos aún mojados
 por la lluvia, 
y la unión de tus ojos
 y mis ojos será fatal
 y perfecta


Déjate llevar, de Coque Malla




Estamos solos

nadie nos mira
nadie vigila
nadie conspira.
Déjate llevar
deja de frenar.



Haciendo planes
haciendo un nido
enamorado
y decidido.
Déjate llevar
deja de frenar.



Tú quieres todo de repente
no tengas prisa
no es tan urgente
y yo sé qué vale aquel bailar
tú sólo déjate llevar.



Bruja del norte 
bruja encendida
eres mi casa
eres mi vida.



Déjate llevar
deja de frenar.(x3)


Te sigo soñando, de Depedro


Si alguna vez huí,

de mi vida contigo,
perdóname cariño, 
estaba distraído

No veía color en esta marea
había mucho calor en la frontera

Me sigues gustando, 
te sigo soñando, 
es ésta la forma que tengo, 
cariño, de demostrarlo

Si todo es mentira,
y la mentira soy yo
deja que esta vez, 
te hable con mi valor

Siempre te he fallado
si me has necesitado,
si siempre me perdonas
no cambiaré ahora

Me sigues gustando, 
te sigo soñando,
es ésta la forma que tengo, 
cariño, de demostrarlo

miércoles, 15 de abril de 2015

Ahora o nunca

 Me dijo la bruja al oído
clavándome el aliento y la pupila negra de tizón:
“Vendrá la ola y te quitará hasta el alma.
Olvídate de tu sarta de mentiras, de tu pila de recuerdos, de tu diafragma.
Agárralo fuerte y no sigas, corre ahora que estás a tiempo, que aún no hay ola,
ni agua,
ni fluye la no-calma entre los dos.
Que aún no te has calado los dientes con sonrisas,
ni te has cuarteado los ojos de llorarlas.
 Es ahora o nunca. ¿Lo oyes?
Ahora o  nunca”.

Y yo la miré de frente, la reté con miedo.
“Y qué le hago yo, bruja. Qué le hago,
si he venido a esperarla,
si la llamo con deseo y la deseo sin voz,
y ya me he calado del vaho y el relente,
ya me he calado de ganas y de vida
con las manos, con la boca, con los pies.
Qué le hago yo, bruja,
si la espero  ahora y tal vez sea nunca.


O ahora, y nunca también.”

jueves, 12 de marzo de 2015

Pequeña de las dudas infinitas

Voló la golondrina de mi nido.

Sin despedirse.

Pero no he de mentirme, yo ya lo sabía.

Llevaba tiempo viéndola preparase, mirarme, buscarme.

Me llamaba sin palabras, me lloraba sin lágrimas, tratando de hacerme ver que el vuelo estaba en marcha, que sólo yo podría detenerla, con mi vida.

Y fingí no darme cuenta. Miré para otro lado. Lo sabía entonces, lo supe condenadamente, lo sigo sabiendo, lo veo en el pulso agitado, en el miedo que me hiela.

Y no me levanto; atada a mis dudas infinitas sigo muerta, no puedo levantar los brazos y agarrarla, no quiero llamarla, ni perderla, ni llorarla, ni vivirla, ni calmarla.

No quiero con ella, quiero con todas. No quiero conmigo, quiero con nada, y con todo. Quiero con esta falsa seguridad y con mi inseguridad a moratones, con mi autoestima autoingfligida. Que me revienten en el pecho todos los todos, que me insuflen esa vida artificial que ahora es pegamento. 

Aunque luego llore porque no la tengo a ella, a mi golondrina.


Aunque luego llore, y llore, y llore, y llore, y nunca jamás entienda por qué la dejé ir.

Suena "De las dudas infinitas", de Supersubmarina

miércoles, 11 de marzo de 2015

Hoy no quiero ferias

Eres humo,
humo verde, agrio, amargo, sucio y maloliente, que apesta desde aquí.

Es cierto que crece y crece y se vuelve vendaval y me azota con saña y savia amarga.
Y a este lado de la vida te busco y en cambio, por el otro me repugnas malamente, a lo grande. En cualquier caso no seré sujeto pasivo-o sí- de esta oración porque la sintaxis ya me la han conjugado muchas veces, y ya no me la miro, sinceramente.

Y no quieres ir a la feria, me dices mientras te agarras al tiovivo y me arrastras, a mí que no me gustan los juegos (ni jugar, ni contarlo, ni vivir si quiera). Me arrastras y se me suelta el pelo, se me cae la goma, la moral, se me alaxa la cordura y vuelvo a ser pequeña, traviesa, y sigo siendo grande, mayor, insegura, reprimida.


Y me bajo del tiovivo arrugada como una pasa, presa, estanca, verde, agria, sucia, amarga,
y como el humo,
apesto desde aquí.

martes, 10 de febrero de 2015

Con una pierna de hombre y otra de mujer

El viento soplará en tu pelo abriéndote la frente, apenas mostrarás tus tallos al sol forzudo, hambriento, y ya habré yo deshojado marchitas mis espinas. 
Para entonces no acudirás a nuestra cita, de sobra lo sé yo. Pero esto que me has hecho…. Esto no te lo perdono. No me lo perdono…
si lo olvido.